Hernán con su padres, Magdalena y Arnaldo. |
Abogado retirado, Hernán Aldo Castro, a punto de cumplir 46 años, editó este año, Las musas me visitan de madrugada, una autobiografía centrada en la enfermedad que lo aqueja desde 2005, y lo tiene totalmente inmovilizado. Solamente puede comunicarse a través de los párpados. Escribió su libro a través de una tabla alfabética, y está a la venta y con el producido comprará una computadora especial para mejorar su comunicación.
Vecino de Olivos, abogado retirado, Hernán Aldo Castro, a punto de cumplir 46 años, editó este año, Las musas me visitan de madrugada, una autobiografía centrada en la enfermedad que lo aqueja desde 2005, la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), y lo tiene totalmente inmovilizado. Solamente puede comunicarse a través de la mirada -los párpados son lo único de su cuerpo con movilidad- tiene un respirador artificial, la alimentación es “enteral” (no puede deglutir) y pasa el día en una silla postural. Así escribió su libro, a través de una tabla alfabética, que el mismo creó. La obra está a la venta y con el producido comprará una computadora especial para mejorar sus posibilidades de comunicación.
“En un instante cabe un mundo enorme o tan
minúsculo que cabe en un cerrar de ojos” escribió Mario Benedetti alguna vez. Ese
movimiento de los ojos que referencia el poeta es la única herramienta que
tiene Hernán Aldo Castro, hoy por hoy, para comunicarse.
La tabla alfabética. |
Castro, abogado con 20 años de profesión,
ideó una tabla alfabética, con letras sueltas y algunas palabras, que con la
ayuda de un traductor (una persona que lo asiste) hace que pueda comunicarse
con el resto de los mortales. Él solamente puede mover los parpados.
Prensa Libre lo visitó en su casa, en el
centro de Olivos, y mediante este sistema pudo
comunicarse con el vecino. Durante ocho meses, Castro escribió su libro
de 190 páginas con este sistema, y en agosto último lo editó.
El libro está dedicado a sus hijas Julieta
Andrea (11) y Camila Belén (8) “mi único legado”, tal como el vecino lo
expresa en las primeras páginas. En la tapa se puede ver a Caty, una mascota
querida por él y su familia.
“La ELA (en inglés ALS) -describe Castro en
la página 25 de su obra- o esclerosis lateral amiotrófica es una enfermedad
de las partes del sistema nervioso que controlan el movimiento de los músculos
voluntarios”.
“Vivo intensamente cada momento como el
último. Soy un creyente en el karma (el vecino es budista) por eso acepto la
enfermedad con dignidad” expresó el hombre con sus parpados y muchas veces
durante el diálogo sus ojos se iluminaban y agrandaban en una sonrisa.
En la actualidad, y desde hace siete años,
está jubilado por invalidez a causa de la enfermedad. Sus padres, Arnaldo
Castro y Magdalena, lo asisten con el
apoyo de enfermeros que se van turnando cada jornada, durante el encuentro con
Prensa Libre estuvo Wilson.
Siempre con el movimiento de sus párpados el
vecino de Olivos explica que decidió publicar el libro “para ayudar a los
afectados por el mismo problema y a sus familiares para brindarles
asesoramiento e información”.
La próxima meta de Castro es conseguir una
computadora con un programa que le permita escribir y comunicarse, sin la
necesidad, como actualmente, de un
asistente que traduce lo que dice con sus ojos.
El vecino ya probó con éxito el aparato. El
tema es conseguir los fondos para adquirirlo: E 16.000 euros. Para tal fin los ejemplares de, Las musas me visitan de madrugada, se
pueden comprar telefónicamente por el 4711-3756, de lunes a viernes de 17 a
19.
Además, su padre, Arnaldo, abrió una cuenta
en Banco Nación donde se reciben colaboraciones en efectivo: Titular: Arnaldo
Castro; DNI: 5.588.643, Banco Nación sucursal Olivos: 360697584 CBU (banco a
banco) 01100365 – 30003606975847.
Gustavo Camps
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