Migone abrevó en las aguas rotarias de su seno hogareño por la representación de su padre -también rotario-, todas las vivencias que ello implica y en el momento propicio de su carrera como ingeniero Civil.
Cuando se mudó a la localidad de Olivos, su amigo, el Dr. Alejandro Roca, lo presentó en la sede del Club Atlético de San Isidro a una reunión del Rotary Club de San Isidro con una cálida acogida atenta a la condición de ex rotario del Rotary Club de Buenos Aires
Padrinazgo mediante de Alejandro Roca, fue aceptado por los colegas de aquella época el 22 de octubre de 1974 y, dada la trayectoria anterior, comenzó a trabajar activamente munido de una convincente vocación de servicio, en la avenida del servicio a través de la ocupación.
En el año 1976 ejerció la presidencia y luego dirigió el boletín del Club, entre 1998 y 2004.
La creación de la Fundación del Rotary Club de San Isidro en 1991, obra de su inspiración y esfuerzo, con la participación de la totalidad de sus socios, marca un hito trascendente, dándole un fundamento Institucional a todas las actividades de servicio en el aspecto Educativo.
A partir de entonces el desarrollo ha sido progresivo con un aumento notable de becarios, ofreciendo una cantidad de servicios, haciendo que las becas no sólo sean una asignación de dinero sino también una prestación de servicios al becario en términos de ayuda escolar, de prestación de servicios del banco ortopédico, servicios de biblioteca, servicios odontológicos, cuya resultante hace que hoy tengamos 50 becas, distribuidas 28 de ellas en institutos educacionales de gestión pública y las restantes a nivel privado.
En la actualidad, Migone es un ferviente y activo impulsor del Programa Mundo de Sonrisas, mediante el cual, con un convenio con la USAL e Instituciones Odontológicas, se asisten odontológicamente, todos los jueves, alumnos de Escuelas de San Isidro.
Luis M. Migone con sus 85 años demuestra con su humildad y alegría de espíritu que cientos de becarios a lo largo de toda su gestión, constituyen el mejor ejemplo de lo que puede brindar quién tenga auténtica vocación de servir.
Luis M. Migone con sus 85 años demuestra con su humildad y alegría de espíritu que cientos de becarios a lo largo de toda su gestión, constituyen el mejor ejemplo de lo que puede brindar quién tenga auténtica vocación de servir.
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